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CHILE Y LA I GUERRA MUNDIAL

In document IBEROAMERICANA QUINQUEECCLESIENSIS 13 (Pldal 195-200)

pueblo producía materia prima para exportar, pero no consumaba los produc-tos de importación. La élite rica no inversaba su capital en la industria, sino la consumaba; la proporción de artículos de lujo en la importación era más alta que la de los bienes de capital o de maquinería.5 La situación parece aún más grave si tomamos en cuenta de que la producción de salitre era la propiedad de extranjeros.6

Hablando de su comercio, en 1913 la proporción de los EEUU en la im-portación chilena fue sólamente 16.7%, mientras tanto la de Gran Bretaña fue 30 %.7 Entre los compradores Gran Bretaña estaba la primera, y Ale-mania la segunda más importante. El papel de los Estados Unidos aún no era grande, además estaba más interesado en el cobre. Pero se puede ver, que en los años anteriores de la Guerra, la importancia de Gran Bretaña iba decayendo, mientras la de Alemania y especialmente la de los Estados Unidos iba creciendo; el segundo se convertiría en una nueva métropoli. En el año de 1914 la importación alemana – en gran parte militar – por primera vez superó a la británica.8 En cuanto a las inversiones extranjeras, también Gran Bretana ocupó el primer lugar.9

La sociedad y la vida política reflejaba a la dependencia económica. Se pue-de afirmar, que las clases altas, o sea, los terratenientes, los dueños pue-de minas y de las empresas importadores – en otras palabras la oligarquía „tradicional”

y las figuras del sector exportador, en donde estos tenían el papel decisivo por el debilitamiento de aquellos - eran librecambistas sin ningún interés de que Chile se industrializara; su consumo también venía de importación. En otras palabras, se puede afirmar una alianza entre los intereses metrópolitanas y las clases altas locales.10 El liderazgo de la República quedaba en las manos de la vieja oligarquía terrateniente y la burguesía vinculada. Esta élite estaba

5 El comercio libre así incentivó la importación en lugar del desarrollo interno; la minoría rica consumaba productos extranjeros, cuyo valor superaba al valor de la exportación provocando la inflación. Todo esto causaba la devaloración de la moneda año tras año. Pinto, pp. 73-101. Aunque se puede notar que la proporción de los bienes de industria elevó del 2.8% al 6% entre 1900 y 1920, no hay ninguna evidencia de una transferencia masiva de capitales privados de la minería a la agricultura. Sutter-Sunkel, pp. 50, 99.

6 Hay que destacar que las minas de cobre – aún con poca importancia – estaban en manos de empresas norteamericanos. La minería desde el comienzo exigía aportes de capital. Halperin Donghi, p. 281.p.

7 Dabene, p. 46.

8 Entre 1895 y 1914, la importación alemana cambió del 25% al 26 %, la británica del 46 al 23, la estadounidense del 6 al 20. La exportación británica del 74% al 37%, la alemana del 11 al 17, la estadounidense del 3 al 29. Couyoumdjian, p. 27. Por añadidura Alemania estaba el primer consumidor de salitre en el mundo. Vitale, p. 26. 22 % de la importación chilena era destinada a Alemania. Sater, p. 86.

9 Por ejemplo en 1913 la inversión britanica fue 396 milliones de dólares, la estadounidense sólamente 15.

Dabene, p. 47. La proporción del Reino Unido era 36%, la de Alemania 15%. Riquelme, p. 2.

10 Naturalmente esto conllevó la dependencia financiera también. Halperin Donghi, pp. 281-282.

dividido en dos partes: una conservadora que era llamada „La Coalición” y una liberal, llamada „La Allianza”.11

Pero en esta época aparecieron nuevas fuerzas sociales. Frente a la oligar-quía el débil burguesía industrial estaba a favor del proteccionismo; por su beneficio quisiera fomentar el mercado interno, y por eso podía contar con el apoyo de las masas.12 Dado que el Estado logró obtener una proporción elevada de los beneficios de la minería a través de aranceles13, se fortaleció la burocracia estatal, y la capa de los empleados estatales de servicios publicos;

así nació una clase media añadiendo a ella los empleados de las empresas de importación. La nueva burguesía industrial y las capas medias – es decir, los pequeños propietarios y empleados estatales y privados – disputaban el poder de la oligarquía. No obstante, muchos líderes de este grupo estaban vincula-dos a la oligarquía, lo que reducía esta tensión social abriendo el camino hacia una democratización pacífica. En suma, el ascenso de nuevas capas sociales tenía un correlato en el comienzo del movimimiento antioligárquico y de la democratización.14

También apareció en la escena política la clase obrera. Dado a la minería, la urbanización y la incipiente industria, era una de las más numerosas; y naturalmente su redoblada explotación por parte de la élite local y el im-perialismo también la convirtió en una de las más combativas en América Latina. Su represión también era única, como la mostró la masacre de Iquique en 1907, cuando el Ejército mató a dos mil huelgistas.15 Y hablando de la sociedad, no se puede olvidar de los numerosos inmigrantes de Europa. Entre ellos la comunidad alemana era la más grande y la comunidad británica la más influyente y rica.16

En otras palabras, el modelo de exportación parecía estable, y en el pe-riodo antes de la guerra la sociedad y la economía venía modernizándose dentro de ciertos límites. Por supuesto, el hecho de que su exportación no era diversificada, y que ese producto era materia prima, era bastante arriesgado.17 Su vulnerabilidad se reveló al estallar la Primera Guerra Mundial.

11 Couyoumdjian, p. 5.

12 Hormazábal, pp. 18-22, Gunderfrank, pp. 67-72.

13 En 1913 85 % de los ingresos estatales vinieron de los derechos de aduana; 52.3 % de las aduanas de la exportación, 32.87% de las de la importación. Couyoumdjian, p. 21.

14 Sutter-Sunkel, pp. 89-94.

15 Hormazábal, pp. 57-66., Vitale pp. 38-42.

16 Esas comunidades estaban centralizados; la comunidad británica estaba se concentraba en el área de la ciudad Valparaiso. Sater, pp. 86-89.

17 Además, la diferencia entre el precio de las materias primas y los productos manufacturados en esta época iba ampliando contínuamente, que conllevó la inflación. Las relaciones comienzaron a modificarse en favor de las metrópolis. Pinto, p. 78.

EL ESTALLO DE LA GUERRA

En 1913-1914 ocurrió una crisis económica breve en América del Sur que impactó a Chile también.18 En estas condiciones estalló la guerra en Europa provocando la caída del comercio internacional. Este fenómeno en el caso de un país, como Chile, que vivía del comercio exterior, resultó muy grave.

El pánico financiero le desprivó del capital y la lucha marítima puso en peligro el tráfico; que afectó a toda América Latina de manera muy seria.

Londres exigió la devuelta de sus préstamos e introdujo las „listas negras”, cuyo sentido era la prohibición de comerciar con las Potencias Centrales.19 El mercado alemán y centroeuropeo se cerró, y la industria europea, que hasta entonces proveía a Chile, se convirtió en una industria bélica. La producción de salitre entre julio de 1914 y febrero de 1915 redujo de 262000 toneladas a 80000 toneladas por mes; las existencias acumuladas dentro del país aún así aumentaron de 459000 toneladas a 1118000 toneladas. En los años de 1914 y 1915 la exportación chilena de salitre disminuyó en promedio de 30 %, que impactó toda la vida.20 Se despidió mucho mano de obra de las minas, y por eso la agricultura tampoco necesitaba tantos obreros como antes. Los salarios cayeron, el precio de alimentos subieron y mucha gente se trasladó desde el Norte minero hacia el sur.21 La importación también redujo aún más drásticamente por parte de Alemania y Gran Bretaña.22

Todo esto causó dos cambios significativos. Primero, a causa de que las potencias beligerantes se vieron obligados a dejar sus mercados en América Latina, los Estados Unidos, que aún no estaba un país bélico, pasó a ser el primero en el comercio exterior de Chile en lugar de Gran Bretaña a partir de 1915. La exportación y la importación se desvió hacia él, pero hay que añadir que la apertura del Canal Panamá también fue entre las causas, porque le permitió la expansión a lo largo de la costa occidental de Sudamérica. A la vez, Alemania desapareció del mercado chileno y la participación británica

18 Bill, First World War, p. 27. Por eso le resultaron a Chile las primeras consecuencias negativas aún más peores.

19 Couyoumdjian, pp. 137-140. Las listas iban evolucionando, afectando a cada vez más productos; además, en 1917 al entrar en la guerra los EEUU también las introdujo.

20 Couyoumdjian, pp. 77., Riquelme, pp. 1-5. Mientras tanto El Reino Unido prohibíó el comercio con sus enemigos emitiendo „lista negra”. Los ingresos estatales también se redujeron con 22% con respecto al ano anterior, el PIB con 11.5 %. Bill, El Impacto de la Guerra, p. 5.

21 Bill, First World War, pp. 48-50. A pesar del empeoramiento de las condiciones, durante esos años no pasaron ni grandes huelgas ni levantamientos como antes o después. Hay que añadir, que esa crisis afectó a Chile por encima del promedio latinoamericano.

22 El bajo de importación, en cambió, provocó menos daños a Chile que a los otros países latinos, porque este disponía de una cierta industria. Bill, First World War, pp. 41-42. La importación disminuyó de 329 millones de peso de oro a 153 millones entre 1913 y 1915; en cambio, la exportación sólamente redujo de 391 a 327 millones. Couyoumdjian, p. 100.

también se redujo.23 Dentro de Chile el gobierno intentó encontrar una solución para la demanda de productos manufacturados. Eso fue el primer ejemplo del llamado industrialización para sustituir la exportación. El capital que quedaba en Chile se invirtió en la industria. El Congreso adoptó leyes proteccionistas, decidió el aumento de derecho sobre la importación, prohibió la exportación de alimentos, aprobó leyes de préstamo, introdujo obras públicas, y aumentó los impuestos.24 La industria chilena durante de la guerra aumentó en 50 por ciento, pero aún así no era capaz de satisfacer la demanda interna.25 El hecho de que Chile ya antes de la guerra había mostrado señales del comienzo de la industrialización, facilitó este desarrollo.

Esta crisis finalizó en 1915 por varios razones. La lucha marítimo se aca-bó; la escuadrilla alemana comandada por el almirante Graf Spee en octubre de 1914 ganó una batalla contra la flota británica cerca de Puerto de Coronel por la costa chilena. Pero en diciembre los alemanes sufrieron una derrota decisiva, así se deliberaron las vías marítimas. Los Estados Unidos se con-virtió en el poseedor de los aliados. El salitre no se podía utilizar solamente para fertilizar la tierra, sino para fabricar explosivos. Los Estados Unidos lo compraba de Chile, lo elaboraba, y vendía el explosivo a los países que estaban en guerra. Para la segunda parte de 1915 la crisis ya había terminado, pero el papel engrandecido del Estado se mantuvo intacto.26

Hablando de su política exterior, Chile eligió la neutralidad por diversos razones. No tenía ningún conflicto con ninguna potencia europea, sino que mantenía relaciones cordiales con todas ellas. Dentro del país la influencia de la comunidad alemana era importante, así una declaración de guerra quizá hubiera provocado disturbios internos. En cuanto al ejército – quizá fuera el más poderoso de América Latina –, el papel de Alemania y la comunidad alemana era destacada. Francia atraía a ciertas capas de la inteligencia; por otro lado, para la iglesia católica, este país era igual del Anticrísto. Además, la flota apoyaba a Gran Bretaña; el clero y los conservadores se inclinaban hacia las Potencias Centrales, los liberales más bien a los Aliados, los intelectuales especialmente a Francia, sin hablar de las masas de los inmigrantes. A pesar de esto, la sociedad en general también optó por la neutralidad. Hay que agregar a todo esto la tensión bélica con Perú y Bolivia, los cuales seguían reclamando sus territorios perdidos en la Guerra Pacífica.27

23 No solamente Alemania, sino Austría-Hungría, Bélgica etc. Hormazábal, p. 46.

24 Hormazábal, p. 13., Couyoumdjian pp. 78-86.

25 Hormazábal, p. 11.

26 Riquelme, pp. 1-5., Couyoumdjian, p. 52.

27 Riquelme, pp. 1-5. Couyoumdjian, pp. 49-51.

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