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La segmentación del habla en grupos fónicos

In document JATEP RESS (Pldal 43-46)

3. El modelo Análisis Melódico del Habla: presentación del método

3.3 La entonación lingüística

3.3.5 La segmentación del habla en grupos fónicos

La segmentación del habla en grupos fónicos se basa en la presencia de la IF.

Muchos autores consideran las pausas como elementos que segmentan el habla, pero según Cantero, la presencia del acento sintagmático es un criterio más sólido para establecer los límites del grupo fónico, ya que las pausas pueden ser muy pequeñas o incluso virtuales. Un ejemplo que toma es el de las oraciones subordinadas adjetivas especificativas y las subordinadas adjetivas explicati-vas, como en el ejemplo (11). La presencia de las pausas es menos significativa que la presencia de diferentes IF en el siguiente ejemplo (2002: 78):

(11)

Los alumnos que viven lejos llegan tarde.

Hay dos formas posibles de segmentación de esta oración, una como una sub-ordinada adjetiva especificativa y otra como una subsub-ordinada adjetiva expli-cativa:

(12a)

[Los alumnos que viven lejos] [llegan tarde]. Aquí, la secuencia que viven lejos es una subordinada adjetiva especificativa. Tiene dos IF, por lo tanto dos grupos fónicos, los núcleos de acento sintagmático aparecen en ne-grita.

(12b)

[Los alumnos] [que viven lejos] [llegan tarde]. Aquí, la secuencia que viven lejos es una subordinada adjetiva explicativa, tiene tres IF, por consi-guiente tres grupos fónicos, con los núcleos de acento sintagmático en negrita.

Con este ejemplo, Cantero demuestra que en la segmentación del habla en grupos fónicos es el número de acentos sintagmáticos, es decir, el número de IF y no son las pausas las que deben tener un papel decisivo. Las pausas pueden o no estar allí, pero las IF siempre deben estar presentes.

Cantero incluso llevó a cabo un experimento para demostrar que las pau-sas no son elementos perceptivamente relevantes en el proceso de segmen-tación del habla en grupos fónicos. Registró pares de expresiones que eran diferentes únicamente en la distribución de los grupos fónicos, como las siguientes expresiones matemáticas que difieren solo en la colocación de los paréntesis: 9 + (4 - 1) y (9 + 4) -1. Luego, en cada par, eliminó las pausas exis-tentes y añadió pausas donde no las había. A continuación, los oyentes tuvieron que escuchar las oraciones ordenadas al azar y tuvieron que escribirlas. Sor-prendentemente, escucharon una pausa donde no había ninguna, y no la escucharon donde sí fue colocada por manipulación. Los resultados mostraron que reconocieron más del 80% de las expresiones correctamente después de la manipulación48.

Debemos concluir, entonces, que las IF desempeñan un papel importante en la segmentación del habla en grupos fónicos, mientras que las pausas no lo hacen. Así, el análisis de Cantero no depende de las pausas. Pero su método tampoco depende de las estructuras gramaticales. Primero, porque los enun-ciados sin contenido gramatical (completo) son posibles, p. ej. zumbidos como

¿¿¿hmm???. Estos se acompañan de una entonación perfectamente significativa, pero obviamente no contienen palabras, por lo tanto, carecen de estructura gramatical. Además, si pronunciamos una serie de palabras inventadas, el oyente no entenderá lo que decimos, pero podrá interpretar los grupos fónicos en los que segmentamos nuestro discurso (2002: 77). La segunda razón es, como observa Cantero, que en los diálogos un enunciado monosilábico inde-pendiente a menudo completa la melodía del enunciado precedente, incluso si la pronuncia un hablante diferente, por lo que un grupo fónico puede contener

       

48 Un resumen del experimento se puede encontrar en Cantero (2002: 118), y una versión más detallada en Cantero (1995: 359–365, 557–579).

dos expresiones completas (denominada inflexión compartida por Cantero 2002 : 183). En estas inflexiones compartidas, los enunciados de un segmento tonal que por sí solo no podrían formar una IF, se unen a otro enunciado, de una persona diferente, y “adquieren” el otro segmento tonal de ella, por lo que pueden formar una IF juntos. El siguiente diálogo, que consta de dos turnos, ejemplifica el fenómeno. Los ejemplos son de Cantero (2002: 183-184).

(12)

Hablante A: -Saca los huevos de la nevera.

Hablante B: -¿Tres?

El segundo turno es una pregunta monosilábica, por lo tanto, su duración no puede ser de un solo segmento tonal, ya que no formaría una IF así. Por lo tanto una realización natural sería (13), con dos moras, y una inflexión ascendente que se extiende sobre ellos:

(13)

es?

¿Tre

Pero en este caso, cuando está precedido por otro turno, como en (12), también se puede observar que tiene un solo segmento tonal:

(14) ¿Tres?

y forma la inflexión de dos segmentos tonales con la última sílaba del turno anterior:

Figura 3.9: La inflexión compartida de Cantero

Estos fenómenos explican por qué Cantero basa la segmentación del habla en grupos fónicos en la presencia de IF en lugar de basarse en estructuras sintácti-cas o pausas. Al analizar su corpus, formado mayoritariamente por diálogos, siendo el diálogo la forma más natural de comunicación, Cantero y

Font-Rotchés proceden de la siguiente manera: separan los turnos, y luego examinan cuántas IF van en cada turno (esto puede modificarse aún más reconociendo los casos de IF compartidas por dos turnos, como en la Fig. 3.9). Al identificar las IF, se establecen los límites del grupo fónico, que pueden no coincidir con las unidades sintácticas, aunque en la mayoría de los casos lo hacen. Cada grupo fónico se segmenta en sílabas49, y luego se mide el F0 de cada vocal. Al obtener los puntos de tono relevantes, estandarizan el contorno y lo clasifican de acuerdo con el inventario de los patrones existentes, en función de caracterís-ticas tales como el primer pico, la forma y la dirección del cuerpo y la magnitud de ascenso / descenso de la IF. Explicaremos el método de estandarización en 3.5.1.

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